Este fin de semana GdeGastronomía hicimos un viaje, express en este caso, y como siempre, no podíamos esperar más para compartirlo con todos los gastrónomos aquí presentes y cuantos de ellos aún están por llegar.
Esta visita «vista y no vista» tuvo como destino Zamora, en concreto, como primera parada Villalpando. Localizado en el valle del Valderaduey, éste es un pueblecito con todo el encanto que tienen los pueblos de Castilla. Además cuenta con la presencia de restos de murallas y fortificaciones que te sorprenden, saliendo casi de la nada, cuando vas callejeando esta pequeña localidad zamorana. Sobretodo si te pierdes, como GdeG suele hacer, y así tienes el placer de conocer las ciudades en profundidad. Villalpando te ameniza estos momentos de despiste y confusión con sus ruinas y restos arquitectónicos.
Y bien, nos hospedamos en el Hotel Posada Los Condestables, un caserón rehabilitado con todo lujo de detalles, donde Francisco y Marta tratan a las mil maravillas a sus huéspedes. El hotel es muy acogedor y tiene todo lo necesario para ofrecerte relax y concentración con su salón con chimenea, su patio interior o su decoración rústica y muy bien cuidada.
Y aunque llegamos a «las mil y cien», nos abrieron con amabilidad y una sonrisa las puertas de su casa. Además a pesar de la hora de llegada, este entrañable matrimonio tuvo la amabilidad de darnos de cenar. (Esto último se lo agradeceremos eternamente, ya que el estómago de GdeG no perdona, y llegabamos muertitos de hambre).
Hay que hacer una mención especial a las albóndigas caseras y con sabor a cocina de la abuela que pusieron la guinda al pastel, haciendo que GdeG se enamorase definitivamente de Los condestables.
Después de dormir del tirón, sin un ruido ni una molestia, ya estaba esperándonos un sol de infarto nada más abrir la contraventana. Unas buenas tostadas y un buen zumo para empezar el día llenitos de energía. Si lo unimos todo: descanso, sol y un buen desayuno, se crea un mix que consigue que cualquiera se despierte de buen humor y con ganas de comerse el mundo.
Y ya estábamos preparados para ponernos manos a la obra en su inspirador salón con chimenea, listos para sacar el ordenador y acabar el vídeo de presentación de GdeGastronomía, el cuál no podíamos esperar más para compartirlo con vosotros:
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Nada más acabar el vídeo, cogimos el coche y decidimos evitar la autopista para atravesar todos los pueblitos de Castilla que separan Villalpando de Zamora. Y…¡Milagro! ¡No nos perdimos!
En menos de 30 minutos estábamos ya viendo el Duero y su fabuloso puente. Allí y siguiendo los consejos del simpático sumiller del restaurante Akelarre, fuimos a comer a El Rincón de Antonio. Sencillez, elegancia y maestría definen la cocina de este restaurante. Su filosofía km0, la defensa del producto local, así como la relación con el producto se ven reflejados en platos muy equilibrados que exprimen el territorio y el arte del cocinero y su equipo. Una cocina tradicional zamorana revisitada y actualizada que no dejará indiferente a los gastrónomos que visiten este precioso restaurante.
Hemos de añadir el trato encantador de su equipo: el hermano de Antonio, Ricardo, se encarga de llenar de cuidados y de hacer que al comensal no le falte de nada en sala. ¡Un encanto de persona!. Por el otro lado, su hermana, Manuela, se encarga junto a Antonio de que cada plato salgo impecable de la cocina. ¡Un tandem fraternal perfecto!
Y no nos entretenemos más, os dejamos con el menú degustación aniversario (32,5o €/persona). Muy recomendable.
GdeGastronomía
HOTEL SPA POSADA LOS CONDESTABLES
c/ Real 24 Villalpando
669 970 330
C/Rua de los Francos 6, Zamora
980 535 370
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