¡Hola gastrónomos!
Hace unos días tuve la suerte de comer buey, buey de verdad. Especifico porque como recalcó Pablo Gonzalez Solís del Matadero Bandeira solo un dos por mil de lo que se denomina comúnmente buey, realmente lo es. ¡Flipo!
Durante el acto organizado por Cárnicas El Cuco y con la colaboración especial de Fomento de la Cocina Asturiana se dieron a probar diferentes tipos de carne roja para ver y comprobar la diferencia entre los distintos tipos de carne. También estaban algunos cocineros como Jose Antonio Campoviejo del Corral del Indianu o Ricardo Sotres de El Retiro de Pancar. También acudieron algunos de los miembros del Colegio de Criticos Gastronómicos de Asturias y periodistas del sector como Miguel Llano.
En el acto se degustaron las siguientes carnes:
Buey
Premium Asturiana
Premium Gallega
Txogitxu
Además antes de disfrutar de estas carnes, que por cierto eran impresionantes, hablaron distintos personajes relacionados con el sector cárnico: Petronio González responsable de calidad de Cárnicas El Cuco, Pablo Gonzalez Solís del Matadero Bandeira, Mamen Oliván de SERIDA y Ana Mª Coto bióloga de la Universidad De Oviedo.
¿Qué aprendí en el evento y quiero compartir con vosotros? Aquí van un par de cosas que espero que os interesen:
-De 50000 cabezas de un matadero solo 200 son bueyes, por lo que intuyo que todas las veces que creía comerme una hamburguesa de buey en realidad era de vaca vieja. No digo que sea peor pero entonces deberían llamarlo por su nombre.
-No solo afecta la calidad de vida que haya tenido el animal, o bien, la alimentación, los cuidados… también afecta el transporte al matadero.
-La importancia de la maduración correcta de las carnes. Sí, quizás parece algo obvio pero es algo en lo que estoy investigando y me parece super interesante. Solo unos pocos son capaces de realizar los trabajos de maduración y hay que tener un montón de conocimientos para saber cual es el momento idóneo de consumo.
De todos modos haré una entrada un poco más técnica próximamente contando alguna cosina que voy aprendiendo sobre la carne, sus cortes, propiedades, etc. Aquí van algunas fotos por las que me odiaréis:
Tengo que hacer hincapié en la maestría del parrillero del Asador De Abel, movía los chuletones como si pesarán un gramo y los dejo en su punto exacto, respetando cada carne y dándole un toque maestro.
Volviendo al evento, después de la degustación de carnes también probamos los quesos de Dehesa de Los Llanos: el semicurado, el curado y el reserva. ¡Espectaculares!
El Gran Reserva fue el que más me llamó la atención no solo por el sabor si no por que la maestra quesera explico que todo el ciclo del proceso se realiza en su finca. El aceite con el que se cepilla es de sus olivos, la leche de sus ovejas que pastorean en su finca, el queso madura en sus instalaciones y no se pasteuriza.
En el acto también se presentaron en primicia los productos de la línea ecológica El Cuco que saldrán a la venta próximamente y que tuve la suerte de probar en exclusiva. ¡Lo mejor el chorizo!
Bueno gastrónomos, con esta foto junto a mis compañeras de trabajo me despido hasta el próximo post.
¡Un abrazo!