¡Hola gastrónomos!
Hace meses que tengo ganas de contaros la historia de Lena, una sidrería que muchos conoceréis o de la que habréis oído hablar por su vinculación con el conocido cocinero asturiano Jaime Uz. Lena es la pastora de los sueños de Arbidel, protagonista del cuento que da nombre a su restaurante riosellano.
Pero, además de este chef con una estrella Michelin, en este proyecto nos encontramos con Soha Nashaat. Soha y yo nos conocimos hace unos años gracias a mi querida amiga Carmen Suarez de Manduca Hispania. Las dos salíamos de un momento difícil y nos caímos bien desde el primer día. Adoraba la gastronomía, los animales y la buena vida, tres requisitos fundamentales que toda persona que quiero suele tener.
Soha es una enamorada de la cocina de Jaime Uz, por eso cuando se enteró de que la sidrería sita en el número 2 de la calle Cervantes de Villaviciosa se quedaría libre, no dudó en asociarse con él y desarrollar juntos el concepto de sidrería gastronómica Lena.


El jefe de cocina, David Castroagudín
En la cocina, el jefe es el joven chef David Castroagudín. Durante su primer año como estudiante de la Escuela de Hostelería de Gijón, paso su primer verano realizando formación dual en la cocina de Jaime Uz. En el segundo año, ganó el concurso de la cofradía del Oriciu. Tras finalizar los estudios en Gijón, hizo prácticas en Azurmendi, donde estuvo 6 meses aprendiendo del gran Eneko Atxa, al acabar volvió con Jaime Uz y «hasta hoy, sigo aquí con él, en Lena». David es humilde y sencillo pero con una gran pasión por los fogones que le ha llevado también a ganar el campeonato de Gijón de Pinchos con el café Lua de sus padres. Inquietud, ganas de crecer y profesionalidad son algunos de los rasgos que hacen de este chaval un cocinero con un futuro prometedor,
La carta
Del trabajo entre David, Jaime y Soha nace la carta de Lena. Una selección de platos basada en el producto y su respetuosa transformación, respetando los sabores tradicionales y las recetas de siempre. En una pequeña pecera cuentan con marisco fresco y, en el caso de mi última visita, con unas quisquillas de perder el sentido. Cabe destacar también la calidad de las navajas y la autóctona ñocla a la brasa, al estilo de Tazones.








El jefe de sala, Alexis Arturo
En la sidrería, capitaneada por Alexis Arturo, 17 palos distintos de sidra escanciados a la perfección por el personal que sigue atentamente los consejos del vecino Naredo de Sidrería El Furacu, una de las personas que más sabe de sidra de la zona y que ayuda en la formación del personal. Mi recomendación: además de dejarte aconsejar con la sidra, prueba el Lena Fizz, una creación de Nacho Capín que es perfecta como aperitivo.




Mis imprescindibles
Entre mis platos preferidos esta el pulpo «Gordo» a la brasa y gratén de Vidiago o el aguachile de Vieiras. Este último junto al atún al momento son dos platos de perder el sentido y un motivo suficiente para coger el coche e ir a la Villa. De postre sin lugar a dudas me quedo con la tarta de queso, elaborada para amantes del afuega´l pitu o el queso Casin, y la primera que como que verdaderamente sabe a queso. ¡Una delicia! Ojo: mejor pedirla para compartir pues su sabor es intenso.
Una demostración de que las sidrerías pueden adaptarse a los tiempos que corren sin perder la autenticidad.
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