Un sitio completamente diferente a lo que estabamos acostumbrados.
Una decoración original, un toque de local musical al más puro estilo soho neoyorquino y una carta entretenida y distinta a las demás hacían de Blanco Satén una meta para los gastrónomos que buscaban un plan alternativo en la ciudad.
Se podía cenar mientras se disfrutaba de un concierto en directo.
El detalle que conquistó GdeG: el Afuega l’Pitu que utilizaban en el entrante de cortesía que era el de nuestra quesería preferida: Rey Silo!
Estos eran algunos de los platos que se servían en la calle Llano Ponte 36 y que por desgracia hace unos meses ha tenido que cerrar sus puertas. Trasladar este post al pasado es doloroso, ver como se cierran locales en la ciudad aun más.
Desde GdeGastronomía queremos dedicarles un huequito en nuestra memoria.
GdeGastronomía
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