Restaurante Bolívar-Tasca Ilustrada.

El Jueves 15 de Septiembre, comenzábamos ‘la vuelta al cole’ dentro una de las zonas más alternativas y típicas de tapeo de Madrid. En pleno Malasaña nos topamos con Restaurante Bolivar, un restaurante adaptado a los tiempos con 45 años de historia.

El nuevo Bolivar, ha sabido renovarse en cuanto a precios, decoración y cercanía al público, sin olvidarse de conservar la cocina de siempre y concediendo gran importancia a la calidad de los productos.Celebran su ‘transformación’ con un ‘Menú degustación 45 Aniversario’ a un precio muy competitivo. Para los que tienen ganas de más, el Menú Degustación ‘habitual’ será más de su agrado y para aquellas ‘almas libres’, una breve pero completa y exquisita carta les estará esperando. El menú degustación comenzó con unas magníficas sardinas ahumadas con guacamole, de las cuales ni foto tengo porque fueron devoradas nada más salir de la cocina. Conclusión: excelente materia prima, que apreciaba ya de lejos, y buena presentación.

A las sardinas, les siguió un tartar de tomate raf con huevo de codorniz y pistacho, en el cual, si bien el salmón era el elemento principal, maridaba a la perfección con el resto de los ingredientes.

Seguimos con un pulpo, en su medido punto de cocción – espolvoreado con polvo de maíz – sobre guacamole, acompañado de una excelente salsa de mango. Continuamos con vieiras asadas con foie, coliflor trufada y gelatina de manzana. Una fusión de sabores exquisitamente combinados con sus diferentes texturas. Todo un lujo para llevarse a la boca que se deshacía lentamente. Un espectáculo para el paladar.

 Mientras nos servían todos los platos, el barman, nos ofrecía algún combinado premium como el clásico Bramble  renovado. Este, consta de ginebra, zumo de limón, jarabe de azúcar y mora y se sirve en vaso de whisky con mucho hielo picado. En Bolivar le han sabido dar el giro perfecto poniéndolo en copa de cóctel con licor de flor de sauco bien frio. 

Especial mención también a la ginebra del cóctel, Ginebra Vones. Delicioso sabor gracias a su  receta, con un ingrediente secreto, encontrada en un pergamino en una farmacia dentro de un frasco antiguo de botica. De origen gallego y elaboración londinense. 

 Continuaron sirviéndonos y es el turno de las croquetas de langostinos acompañadas por una reducción a partir del propio jugo de los langostinos. El plato estrella para ellos, tacos de atún rojo con pimientos asados y jamón frito. Con el consiguieron el primer premio en modalidad ‘Cocina de toda la vida’ del concurso gastronómico Alcorta & Martin Berasategui. No les faltaba razón. Para cerrar la sucesión de platos salados, un tataki de presa ibérica con soja, jengibre y sésamo sobre una cama de judías verdes. Una ingeniosa forma de transformar un plato de toda la vida dándole un aire moderno, acorde con la zona, con productos de buena calidad.

Comienza el postre y nos recibe un sorbete de manzana con Calvados, postre generalmente de cuchara pero algo más licuado para poder beber, presentado en copa de champán, para generar ese aire nuevo que tiene Bolivar. Un perfecto digestivo para el menú degustación. Finalizando nuestro paso por Restaurante Bolivar con satisfacción y dejándonos un sabor de boca muy agradable, una perfecta Crema de queso con frutos del bosque. 

Se despide vuestra Gourmand, con G de Gastronomía.