Restaurante 180º de Edgar de Miguel

Si hay algo que me gusta en esta vida es compartir tiempo en la mesa con los míos. Es algo que siempre he apreciado mucho. Y así empieza mi post de hoy, por cierto: ¡Hola gastrónomos! 

Ayer con motivo de unos temas que tenemos entre manos y que pronto compartiré con vosotros, me reuní con Fausto Gardia  y Aitor Luis Vega en el 180º de Edgar de Miguel. Como era de esperar ni la compañía ni los platos defraudaron.

Fausto Garcia es un fotógrafo al que estimo mucho y con quien tuve la suerte de trabajar conjuntamente en el reportaje en la Plaza de Abastos de La Felguera. Todas las fotografías de este post, menos en las que sale él obviamente, las ha realizado Fausto García Menéndez. ¡Y se nota!

Aitor Luis, de quien me habéis oído hablar un millón de veces, es la pasión por su trabajo hecha persona. Ama lo que hace y lo transmite. Merece la pena pasarse por su puesto y ver la cantidad de quesos que tiene en un sitio tan pequeño. ¡Alucinante!

¿Empezamos con el almuerzo?

¡Allá vamos!

Comenzamos disfrutando de una Sidra Panizales con un twist de limón y lima. Ideal para tomarla en la terraza e ir abriendo el apetito mientras nos poníamos al día. Y como en nuestro caso el hambre llega sin picar a la puerta, entramos enseguida al comedor y nos dejamos aconsejar por Edgar. ¡Aquí viene lo bueno! Empezamos disfrutando de una crema de guisantes con sardina ahumada y sabadiego.

Todo lo que os diga es poco para definir este plato. Un equilibrio perfecto, una textura exquisita y un sabor explosivo. ¡Me encantó! Continuamos con otra bomba de sabor: ensalada de palometa roja y ceviche de maracuya. Este plato lleva crema de maíz, maíz tostado, cilantro y cebolleta roja. Es deliciosa la mezcla de sabores tan peculiares en un solo plato que es a su vez agresivo pero delicado. Como un punk vestido de rosa pero con pinchos. Le siguió un atún rojo con verdura salteada y emulsión de soja.

Dumpling de langostinos con costilla de gochu asturcelta, aceite de sesamo y jengibre llevaba una salsa ponzu deliciosa con soja, vinagre de arroz, bonito deshidratado y alga kombu. Estaba buenísimo aunque mi plato preferido viene ahora y fueron sin duda  las «patatas rellenas» de gochu asturcelta las que se llevaron la medalla. Entrecomilleo por que no son unas patatas rellenas al uso si no una crema de patata posteriormente rebozada en panko, un pan rallado japonés. A todo esto le acompaña una salsa realizada con la reducción del guiso y otra con cebolla y Oporto. ¡Mortal de necesidad! Me podría comer mil patatas rellenas y no cansarme. Se me hace la boca agua viendo la foto. ¡Soy una fartona total!

Para los llambiones ahora viene lo mejor: los postres. Yo me sigo quedando con las patatas rellenas. Probamos tres diferentes. Por un lado una crema de queso fresco con una infusión de frutos rojos, fresas y helado de galleta María. ¡Ojito con el helado! Estaba delicioso. La tarta de manzana 180º compuesta por helado de vainilla, hojaldre y manzana asada también nos gustó mucho pero mi preferido sin duda fue el biscuit de chocolate blanco con nueces y sopa de cítrico y naranja. Consistencias muy interesantes y un contraste de sabores muy peculiar. *Fotos en orden de mención. 

¿Qué os parece? ¡Aquí van algunas fotos del making off

Os recomiendo una visita a 180º y que os dejéis aconsejar por Edgar. Decidle que sois gastrónomos y os tratará aun mejor.

Él también se declara un G de Gastrónomo

¡Feliz finde!