¡Hola gastrónomos!
Por fin vengo con ésta entrada. ¡Qué ganas tenía de compartir la cocina de Jaime Uz con vosotros!
El Arbidel es uno de esos establecimientos a los que se les coge cariño desde el momento en el que cruzas la puerta. Su chef Jaime transmite su pasión por la cocina en cuanto pronuncia la primera palabra.
La estrella michelín no solo le ha servido para convertirse en uno de los locales de referencia de la gastronomía asturiana si no para seguir formándose y creando, haciendo así que su cocina crezca incesablemente. Esto se ve reflejado en cada uno de sus nuevos platos. Su esfuerzo y su continua dedicación por mejorar se ven plasmados en sus creaciones que alcanzan un nivel increíble y que hará muy complicado mi trabajo de plasmar lo que significó para mi cada elemento del menú del que os hablaré a continuación.
Si tengo que sintetizar esta visita la palabra seria honestidad. Con ella describimos tanto el producto como con la técnica. Platos basados en una materia prima excelente con la que expresa la tradición de esta villa y de sus gentes, gracias a una técnica en cocina respetuosa, delicada y elegante. Una combinación que hace que Jaime este en el punto de mira de los amantes de la gastronomía de toda España.
La línea de este restaurante riosellano es la de alta cocina accesible para todos, «low cost» como él siempre dice, ya que considera que a pesar de que su cocina ahora cuenta con estrella debe seguir siendo factible para el público medio y sus fieles clientes.
El menú del que os hablaré es el Villadesella, un pequeño paseo por su cocina, una versión reducida del menú degustación pero que sintetiza a la perfección la filosofía de Jaime y su equipo.
Uno de los detalles que a veces se descuida pero que me parece destacable en todos los restaurantes es el protagonismo que adquiere el pan en la mesa. En este caso el chef ha optado por una selección de la empresa catalana Triticum de diferentes formatos clásicos y algunos más especiales con orejones, frutas y diferentes tipos de las mejores harinas. ¡Un 10 por esta elección! Me parece una alternativa excelente para todos aquellos que por problemas de espacio o de personal no pueden permitirse tener un reparto en cocina que se dedique exclusivamente a la panificación pero no quieran descuidar este producto tan importante.
¡Vamos a por los aperitivos!
Crujiente de morcilla y snacks de wasabi
Un buen aceite para disfrutar del pan de Triticum. ¡El cielo en la tierra!
Caramelo de foie y maíz.
Coppa de Joselito. La coppa es una elaboración de embutido muy tipica en italiano que adquiere este nombre porque es el corte del cuello o capocollo, la famosa empresa Joselito ha decidido hacer este corte teniendo un resultado delicioso.
Croquetas de morcilla.
Tortilla de camarones con caviar de algas.
Gazpacho de manzana verde, sardina marinada y fría. Este plato no está incluido en este menú pero no pudimos resistirnos a probarlo. (7€/unidad)
Sensaciones marinas y vegetales.
Fabes “verdes”, texturas de calamar, manitas tostadas y salicornia.
Risotto de centollo con carabinero
Merluza con emulsión de citronella, algas, setas y sésamo.
Ravioli de morcilla trufado (manzana-setas-Varé). Este plato no está incluido en el menú pero tampoco pudimos resistirnos. (7 €/unidad)
Roastbeef de pato con chutney de higos, kalamata, piña y mostaza.
frixuelo de afuga’l pitu, reineta, toffee de avellana y caramelo
Fresas estofadas, remolacha agridulce y su polvo, almendras y helado de yogur griego.
Precio del menú: 35 €/persona
Fue un almuerzo gastronómicamente espectacular, relajante y muy satisfactorio. De esas experiencias gastronómicas que son perfectas desde que empiezan hasta que te despides del chef para volver a casa con la sonrisa puesta y cada sabor clavado en la mente.
Sin duda un sitio que os recomiendo conocer y en el que no dudéis en decir que sois gastrónomos y seguís G de Gastronomía, pues seréis muy bien recibidos.
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