¡Hola gastrónomos!
¿Cómo va todo? Hacía mucho tiempo que no me pasaba por aquí y, aunque seguís sabiendo de mi por las redes sociales, hoy he vuelto para hablaros de la experiencia que viví hace unos fines de semana en Las Caldas Villa Termal junto a algunas compañeras del mundo blogueril.
En primer lugar, me gustaría agradecer a la organización por contar conmigo para este evento que, además de gastro, también tenía su contenido de belleza y, que como siempre digo, también me apasiona y no siempre tengo la suerte de acudir. ¡Que a las de gastro también nos gusta cuidarnos, oigan!
El evento comenzó de la mejor forma posible: con un super desayuno en la sala de los espejos, antiguamente conocido por ser un majestuoso salón de baile. Creo que esta es una de las maravillas arquitectónicas que no todo el mundo conoce y que tenemos la suerte de tener en Asturias. Estar alojado en el hotel y disfrutar desayunando en esa sala debería de ser algo que todos tendríamos que vivir una vez en la vida. ¡Es una pasada!
En su buffet puedes encontrar una selección de quesos riquísimas, zona para elaborarte tu propio bowl con yogures de distintos tipos, bolleria, panes de diferentes composiciones… Me entra hambre solo al recordarlo. Mi selección la podréis imaginar aquellos que me seguís durante mis viajes:
Acto seguido nos fuimos a disfrutar del Balneario Real. Como resumen, Las Caldas está compuesto por dos «zonas». La zona nueva, donde se encuentra Aquaxana, y la zona antigua donde podemos encontrar el Balneario Real. Aquí os dejo un link con toda la info y, a continuación, las tarifas para entrar en el Centro Termal El Manantial, en el Balneario Real.
Durante una hora y media disfrutamos de las distintas salas. Desde la zona central, denominada El Manantial hasta la preciosa Sala de Columnas. Un espacio que se puede alquilar para su exclusivo de grupos y que es una preciosidad.
Después de disfrutar de la mañana más relajante del último trimestre, rematamos con una clase de yoga junto a Jeny, la monitora con más paciencia de la tierra. Ella, con su tranquilidad nos explico alguna de las posturas básicas de yoga y me metió el gusanillo de esta disciplina que se me atravesó hace algún tiempo y que nunca retomé. ¿Algún compi yogui en la sala?
Para variar, y más habiendo agua de por medio, yo tenía un hambre voraz, y en el restaurante Viator nos esperaba un menú saludable como el que disfrutan aquellos que se alojan haciendo un programa de wellness, por ejemplo. Me parece muy interesante su programas para dejar de fumar. Así que si queréis que alguien deje de fumar, me parece un puntazo regalarle este programa de 6 días. También existen programas antiestress, de adelgazamiento, de recuperación del sueño, terapeúticos, para personas con problemas reumatológicos… Os dejo aquí el link para que cotilleéis precios y más info. ¡Me encantaría hacer alguno!
Aquí llegó el momento que me conquistó. Por mi condición de blogger de gastronomía casi nunca coincide que voy a talleres o encuentros de bloggers de belleza, así que poder participar en el que impartió Marta de Seasking me fascinó.
En el taller descubrimos cómo se elaboran los aceites de esta marca asturiana, de las que os hablaré más adelante, y disfrutamos combinando distintos aceites hidratantes con aceites aromáticos. ¡Una pasada! Aunque lo mejor estaba por venir.
El equipo de especialistas de Las Caldas se encargo de darnos un masaje con los productos de Seaskin,y yo en ese momento toqué el cielo. Si hay algo que me apasionan son los masajes, así que entre el aroma de los aceites, el savoir faire de la masajista, las instalaciones, la músicas…. yo salí literalmente flotando.
Y como broche a una jornada que no me pudo gustar más, un showcooking de batidos saludables. Digamos que cuando llegué a casa me fui directita a la cama de lo relajada que me iba. La piel estupenda, la cara como nueva y una relajación increíble fueron el resultado de un día en el que me sentí como una auténtica reina en un enclave que para mí es una de las joyas de Asturias. Sino conoces esta maravilla es el momento de que te acerques y disfrutes de un pequeño trocito de paraíso a muy pocos kilómetros de Oviedo. Tan pocos kilómetros, que yo me hago el recorrido Oviedo-Las Caldas caminando más de 2 veces por semana, tal y como os cuento en el post que te voy a dejar aquí, este paseo también os lo recomiendo como terapia antiestress. ¡Engancha!
Gracias también a Take Fruit, VeSana, Pharmadus Botanical y Hoopoe running por todos los detallistas que tuvieron con nosotras.
¡Nos leemos pronto!
Pd. Como regalo final, una foto haciendo el bobo.Haced click encima para leer el texto que le acompaña.