Enrico Crippa en Piazza Duomo

Ayer mi querida amiga FG, compañera de la universidad y una grandísima entendida, a quien gastronómicamente odio mucho, me hizo odiarla a niveles insospechados que yo nunca había alcanzado.»¿Por qué?»,os preguntareís. ¿Tiene GdeG un poquito de envidia? Pues lo cierto es que si, un poco. Lo cierto es que un poquito, principalmente el odio que me invadió ayer por la tarde/noche fue fruto del don de la oportunidad de la susodicha en cuestión, quien en los momentos en los que más hambre, gula y todo tipo de vicios tengo me envía una foto de unas galletas hechas en casa, de un pan casero que te crujes… ¿Es o no es para odiarla? Pues ayer la foto que me hizo odiarla tanto era simple: dos trufas blancas en su mano ¡increíbles!. He ahí empezó mi animadversión, tirria y desprecio (no fue para tanto pero GdeG es de exagerar!).

Esas dos trufas blancas perfectas, de las cuales me imagino cada una de sus características sensoriales entrando en un bucle de gusto y retrogusto…me llevaron a mi mundillo de recuerdos gastronómicos. Esto es una cosa genial pero ¡con el estómago vacío!, y por eso la odie tanto:  por el cuando y no por el que.
Me vino a la mente el menú degustación de Enrico Crippa que cada año durante la estación de las trufas realiza en su restaurante Piazza Duomo. Recordé mi 18 cumpleaños que celebré en dicho restaurante con mis padres de visita en Italia. ¡Comimos trufa hasta en el postre!

Visitar Piazza Duomo y sobretodo entrar en la cocina/laboratorio de Enrico Crippa fue otro de esos gastronomomentos que yo denomino TOP. Como para quien le gusta el fútbol conocer a Messi o a CR más o menos.
Para quienes no lo conozcáis, Enrico Crippa es un joven cocinero que el pasado año alcanzo su tercera estrella Michelin con su restaurante Piazza Duomo en Alba y en número 41 de la lista de los mejores restaurantes del mundo y lo mejor de todo, está a escasos 20km de mi casa en Italia. ¡Qué suerte la mía!

Tuve la suerte de comer Da Crippa unas cuantas veces y si algo coincide en todas es la PERFECCIÓN en lo complejo haciendo lo sencillo. O sea su facilidad para llegar con una cocina compleja a todos los paladares. Me explicaré mejor: he estado con gente comiendo en Piazza Duomo a la que no le gustan las verduras y que no dejó nada en su plato de Salad 21, 31, 41 que lleva hasta flores!

Sin más, aquí os dejo la foto de mi amiga FG en cuestión, la foto culpable de este viaje gastronómico virtual. Y alguna foto de la última vez en PD celebrando este año el cumpleaños de mi padre.

pd:
espero que no me «odiéis» tanto como yo la odie a ella

 

maledetta FG

no son aceitunas, son esferificaciones

la original tarta del homenajeado

G de Gastronomia