Las condiciones climáticas de las islas Canarias y, especialmente de Tenerife, hacen que la producción de papa tenga una calidad diferenciadora y unas características poco habituales. En total hay 32 variedades de papas, la isla tinerfeña cuenta con 18, La Palma tiene 10 y Lanzarote 4.
Este tubérculo es el primero en obtener la DOP (Denominación de Origen Protegida) en España y el segundo de Europa. La DOP es el máximo reconocimiento de la UE a los productos agroalimentarios. Se cultivan gracias al esfuerzo de generación tras generación y al mimo con el que son tratadas. Entre la diversidad de papas, algunas de las más peculiares son:
Negra yema de huevo
Como su propio nombre indica la piel de esta papa tiene un color marrón oscuro. Desde el norte hasta el sur de la isla de Tenerife se cultiva esta variedad que muchos conocen como la trufa negra de canarias. Es la más cotizada para elaborar las papas “arrugás” y poco a poco se ha introducido como un producto de calidad en la alta cocina. No solo se caracteriza por su color sino también por su sabor consistente.
Palmera colorada
Aunque en la isla tinerfeña es conocida con este nombre, en La Palma se denomina marciala colorada. Su piel tiene un color rojizo y, en ocasiones, poseen algunas manchas dispersas de color marrón. Su sabor mejora con el tiempo y, por tanto, gana calidad si pasan unos meses después de cosecharlas.
Rayada
Esta variedad se cultiva en La Palma, concretamente en los municipios de Breña Alta y Santa Cruz de La Palma. Su piel es una mezcla de dos colores, marrón y un tono morado.
Estas son algunas de las variedades más curiosas debido al color de su piel y a su sabor pero en la siguiente imagen se pueden distinguir otras diferentes:
¡Hasta pronto gastrónomos!
Carmen Umpierrez
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