10 momentos de morriña gastronómica fuera de España

¡Hola gastrónomos!

Seguramente tú que estas leyendo esto has pasado por algo parecido o conoces a algún familiar o amigo que está fuera de España y tiene sus momentos de morriña gastronómica.

Durante mi larga estancia en Italia conseguí adaptarme a muchas cosas, porque aunque muchos penséis que somos iguales a ellos, no es así. A pesar de esa adaptación había cosas que echaba enormemente de menos así que pensando en esos momentos se me ocurrió esta entrada que creo puede hacerse sentir identificado a más de uno.

¡Allá vamos! o there we go!

1. La tortilla de patata. Es uno de los platos estrella de la gastronomía española a nivel internacional y uno de los topicazos más frecuentes junto a la paella, la flamenca y los toros. La hice bastantes veces en mi casa porque a mis amigos italianos les encantaba pero el poder ir a un bar y pedir una buena tortilla. ¡Eso no tiene precio!

2. El jamón. Mi madre me mandaba cual profesional del contrabando miles de paquetes de jamón envasado al vacío. Si es cierto que lo puedes encontrar en otros países pero el precio y la calidad difícilmente será la misma. Lo mismo con el Colacao, el turrón… Seguro que en correos ven cada día a madres contrabandistas enviando paquetes a sus hijos.

3. La hora de la caña de España. Aunque en muchos países existen otras rutinas como el aperitivo de las tardes en Italia, por ejemplo, esa tradición tan nuestra de salir después de trabajar e ir con los amigos a tomar una cervecita al bar es muy española.

4. Los pinchos en los bares. Algo tan simple como un poco de pan con algo, ya sea pollo, tortilla, jamón, chorizo. Esta era una de las cosas que yo más echaba de menos, un pincho de lomo y queso a media mañana. 

5. El vermú de los domingos. Esa cosa tan nuestra que es el aperitivo de los domingos que se suele alargar y que hace que acabemos comiendo a las cuatro. Un buen vermutin con familia y amigos hace que el domingo sea menos domingo.

6. La fabada, el cocido, el arroz con leche…(añade tu plato preferido). Los guisos tradicionales de tu tierra y sobretodo de tu madre o de tu abuela. Intenté hacer mil veces platos típicos españoles en Italia pero no era lo mismo. Aquí también entraría la sidra y  el marisquito fresco del Cantábrico.

7. Cenar picando tapas. Esto es sin duda otra de las cosas que más echaba de menos, el concepto de «picar del centro». Pedir varias cosas y compartirlas con todos los comensales. Si es cierto que esta costumbre la están adquiriendo en muchos países e incluso en otros es muy típico, como por ejemplo en Turquía, pero las tapas a nuestra manera son solo nuestras. Un poco de pescaíto frito, unas croquetas, un poco de embutido… ¡Ay cuanto lo eché de menos!

8. El chocolate con churros las tardes de frío o los días de fiesta. Deberíamos hacer una franquicia internacional de churrerías. Os he dado la idea… ¡A llevarla a cabo!

9. Almorzar y cenar a horas normales. O normales para nosotros. En España se come a las 3 y se cena a las 10 aproximadamente. En ningún otro país he conseguido seguir estos ritmos y la verdad que se hace difícil acostumbrarte a comer a las 12.30. ¡Qué vivan nuestros horarios! 

10. Lo que no puede faltar en la vida de un buen gastrónomo: la siesta terapéutica. 25-30 minutitos de siesta que dan la vida. Aunque la siesta la puedes dormir allá donde vayas los horarios de otros países dificultan que puedas tener tiempo para dormirla. Yo siempre digo que «la siesta hay que respetarla como a un padre». 

¿Y vosotr@s? ¿Que añadiríais a la lista?