Huertos Urbanos: El Tomillo

Comenzamos esta serie sobre cultivo de hierbas aromáticas con el Tomillo o Tremoncillo (Thymus vulgaris), una planta típica del clima mediterráneo e imprescindible en los huertos urbanos.

¿Imprescindible?

Pues sí, y es que el tomillo, que os sonará por su uso en la cocina como condimento de guisos, carnes y sopas, tiene muchas utilidades.

En las casas, podéis utilizarlo para dar un agradable olor a cestas o cajones o como parte del popurrí, y también es, entre otros usos medicinales, un remedio eficaz en afecciones de vías respiratorias como resfriados, asma, sinusitis y complicaciones gastrointestinales. No en vano, la esencia de esta planta es un potente antiséptico.

¡Allá vamos con todo lo que hay que saber!

Siembra
Empecemos por el principio. Si tenéis o compráis semillas os aconsejo que sembréis a finales de invierno (en febrero en el hemisferio norte) y así dispondréis de plantas adultas en la primavera y verano. También se puede sembrar en verano para tener tomillos en el otoño, pero es mejor la primera opción.
El  cultivo a partir de semillas es más complicado, tardan bastante en germinar, 15 días en el mejor de los casos, en semioscuridad, a 20ºC y manteniendo siempre la tierra húmeda.
Así que para empezar, os aconsejo adquirir una planta ya cultivada en floristerías, centros de jardinería y, últimamente, también en centros comerciales. Las podéis encontrar de cultivo ecológico a un precio razonable, sobre todo en centros especializados, aunque ya las he visto también en algunos mercados.
Vais a ver grupitos de plantitas de tomillos en macetas de diferentes tamaños, desde los pequeños de unos 11 centímetros de diámetro a los grandes que pueden llegar a 22, variando claro está, el precio y el nivel de desarrollo de la planta.
Podéis empezar con una planta y al año siguiente, a partir de esta, por división de la mata u obtención de esquejes, ir aumentando vuestra plantación. Para una familia, con de dos a cuatro grupos de plantitas es suficiente para todo el año.

Sustrato
Una vez que tenemos el tomillo, debemos empezar a pensar en la tierra que vamos a utilizar, porque sí, no os vale con la maceta en la que viene la planta.
Buscad sustrato para plantas de exterior con un buen porcentaje de arena para facilitar el drenaje y un PH entre 6,5 y 7 o, si no lo hay, superior a esta última cifra. No es necesario añadir casi compost, tened en cuenta que se adapta a suelos pobres, calcáreos o arenosos.
En cuanto a la maceta, ha de tener un mínimo de 20 cm de profundidad, tened en cuenta que es un arbusto de tamaño medio, puede alcanzar los 40 cm de alto. Si queréis que se desarrolle totalmente debéis elegir un soporte mayor, si por el contrario preferís controlar el desarrollo con podas sucesivas, podéis mantenerlo en una maceta de menor tamaño. No es un problema, siempre estáis a tiempo de trasplantar.
Lo que es fundamental es que la maceta tenga un buen drenaje, recordar su origen mediterráneo….Podéis añadir antes del sustrato, perlita o vermiculita que también encontrareis fácilmente en las tiendas o simplemente, un puñado de piedras. Esto facilitará la salida del exceso de agua.

Abono
El tomillo no necesita grandes cantidades de abono, aunque conviene hacerlo al menos una vez al año. Le gusta un producto equilibrado, aunque ligeramente más rico en potasio para evitar que la planta crezca poco compacta y demasiado tierna. Si el abono es orgánico (estiércol, turba, compost, etc) echad el abono en invierno sin pasaros –calculad que necesitaría 1 kilo por cada metro cuadrado.
Si cultiváis en jardineras o macetas con que añadáis abono líquido al riego una vez al mes mientras la planta está en desarrollo, o en primavera, antes de la floración, es suficiente.

Cuidados
Colocad vuestros tomillos a pleno sol, en un sitio con 4 o 6 horas de luz. No tengáis miedo, la planta aguanta bien el sol y el frío –no hace falta que la metáis en casa en el invierno-. Sólo debéis vigilar si hay heladas severas (aquí poco frecuentes), en ese caso, si hay meterlas en el interior, pero alejadas de la calefacción, o cubrirlas.
En cuanto al riego, controladlo. Al tomillo le gusta el riego escaso y sólo cuando veáis que el sustrato está seco. Es frecuente que el exceso de riego acabe por pudrirle las raíces, marchitando sus hojas como consecuencia. No os equivoquéis, si presenta este aspecto y la tierra está húmeda no reguéis más. En este caso, MÁS NO ES MEJOR!!
Durante el año necesitaréis cavar o pinchar con un tenedor un poco la tierra donde está el tomillo, para romper la costra de la superficie y así airear y mullir el sustrato.
Una vez al año, conviene retirar los primeros 3 o 4 centímetros del sustrato y sustituidlo por la nueva tierra, podéis hacerlo en invierno y aprovechar para el abonado anual.
[highlight color=»eg. yellow, black»]TRUCO[/highlight]: si utilizáis acolchado o mulching, es decir, si extendéis en la base de las plantas cortezas de pino, paja, mantillo, incluso una esterilla conseguiréis reducir riegos ya que conserva la humedad del suelo, evitar la aparición de “malas” hierbas y, si utilizáis acolchado orgánico, se irá descomponiendo y aportará humus al suelo.

Poda

El Tomillo no necesita mucha poda, con que retiréis las hojas y flores secas es suficiente. Una vez al año, en otoño, sí que convendría una poda completa, aunque no muy a fondo, para que os duren varios años.

Resultado
Con paciencia y mucho cariño ya sólo tendréis que ir recolectando ramitas en fresco según necesitéis o para secado. Con colgar las ramas boca abajo en un lugar aireado, en pocos días estarán listas. En primavera, antes de la floración es cuando mayor concentración de esencias tiene. Las hojas se separan muy fácilmente y así, vuestras “provisiones” os deberían durar todo el año.

Ficha Técnica
Nombre común o vulgar: Tomillo, Tremoncillo, Tomillu (asturiano)
Nombre científico o latino: Thymus vulgaris 

- Familia: Labiatae (Labiadas)

- Origen: Región mediterránea

- Arbustillo bajo, de 15 a 40 cm de altura

- Las hojas son muy pequeñas, de unos 6 mm de longitud; según la variedad pueden ser verdes, verdes grisáceas, amarillas, o jaspeadas

- Las flores aparecen de mediados de primavera hasta bien entrada la época estival y se presentan en racimos terminales que habitualmente son de color violeta o púrpura aunque también pueden ser blancas

¿Os animáis a empezar con vuestro propio huerto urbano?