Clase de cocina con Esther Manzano

¡Hola gastrónomos!

¿Qué tal? Soy Carmen y como os he contado esta tarde estaré aquí todos los días para compartir con vosotros mi día a día. Las recetas, restaurantes y demás entradas sobre gastronomía «formal» seguirán siendo cosa de G de Gastronomía. 
¡Allá vamos!

Hoy ha sido un día muy bueno y productivo pero intenso. Esta mañana he trabajado con mi amiga Olalla desde bien prontito, he escrito un post sobre cómo hacer la compra  y hemos ido juntas a comer al Secreto A Voces. Quienes me seguís en las redes sociales o aquí sabéis que es uno de mis sitios favoritos y suelo ir a menudo a comer allí pues me siento como en casa.  El menú de hoy estaba muy rico.

Nada más comer hemos vuelto al despacho a seguir trabajando un rato y después rumbo a Gijón al curso de cocina que organiza El Comercio en la Escuela de Hostelería de Gijón. Llevo ya una semana yendo al curso y estoy aprendiendo un montón de cosas con las súper profesoras: Viri Fernandez, Esther Manzano, Maria Busta y RamonMenendez. Una plantilla de defensoras de la cocina asturiana y luchadoras por darle dignidad a la figura de la mujer en la cocina, como buenas Guisanderas que son. 16 horas con ellas para mejorar un poco mi técnica en la cocina.

¡Qué no todo es criticar!

La clase de hoy la impartía Esther y fue una auténtica pasada, es una chica encantadora y una cocinera increíble. Nos enseño su receta de termina de foie con puré de manzana y reducción de Pedro Ximenez, su famoso arroz con pitu y unos callos de bacalao con agua de vegetación de pimientos, pil-pil y lentejas al comino. Y seamos sinceros, dudo mucho que me salga algo medianamente parecido por mucho que lo intente pero la clase fue una pasada y el resultado estaba delicioso. Os dejo con las fotos de los platos que preparó en el orden en el que los he citado:

Cuando acabó el curso de vuelta a Oviedo he ido a ver a la abuela de «A».  Yo ya no tengo a ninguno de mis abuelos y lo cierto es que es una suerte que ella me haya adoptado como nieta. Nos ha regalado unos ajos impresionantes y unas conservas hechas en casa: piescos (melocotones) en almíbar y pimientos confitados. ¡Qué delicia! Siempre salimos con algo de su casa, está todo el día cocinando y lo hace muy bien. ¡Qué vivan las abuelas!

Y aquí estoy, delante del ordenador escribiendo este post y pensando que cocinar para cenar. Lo cierto es que vengo muy motivada de clase e igual me pongo a hacer algo de lo que nos han enseñado en las clases anteriores,  y eso que me había prometido empezar a cenar ligero pero siempre me acaba tentando el «gastrodiablo» que se apodera de mis pensamientos. A ver si hoy le gana el pulso el angelito y me ceno una ensalada. ¿Vosotros como hacéis para no caer en la tentación durante las cenas?

¡Buenas noches gastrónomos!